Contrabando de cigarros deja $25 millones en pérdidas
Estudio de British American Tobacco revela que el 43.4 por ciento del mercado total de tabaco en el país es de contrabando, lo que significa más de 350 millones de cigarrillos.
El contrabando de cigarrillos representa $25 millones en pérdidas anuales para el país, según un estudio de British American Tobacco (BAT) hecho en agosto pasado.
Señala además que en El Salvador el 43.4 por ciento del mercado total del tabaco proviene del contrabando, lo que equivale a más de 350 millones de cigarrillos.
Destaca que el 53.8 por ciento del cigarrillo que es distribuido en la zona occidental es de contrabando; mientras que en la zona central es del 46.1 por ciento.
En el área metropolitana la distribución de tabaco ilegal es el 37.3 por ciento y el 42.2 por ciento en la zona oriental.
Los datos anteriores se dieron a conocer en el desarrollo del conversatorio denominado “Impacto del contrabando antes y durante del COVID-19” organizado por la Asociación Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES) y la Asociación de Avicultores de El Salvador (AVES).
Un informe de ADES señala que el 80 por ciento del contrabando de mercadería corresponde a encomiendas. El 11 por ciento de la mercadería que introducen de manera ilegal es calzado, otro 6.5 por ciento son prendas de vestir y 0.36 por ciento corresponde a cigarrillos.
La zona fronteriza de Candelaria de la Frontera en Santa Ana es considerado uno de los lugares con mayor incidencia de contrabando de mercadería.
“El contrabando nos impacta a todos, nos afecta en la vida cotidiana al estar relacionado con el crimen y golpea la cadena de abastecimiento”, dijo Ernesto Soler, presidente de ADES.
El Departamento de Estado de Estados Unidos considera el contrabando de cualquier tipo de mercadería como “amenaza a la seguridad, ya que financia organizaciones criminales y provee fondos al terrorismo transnacional”, señala ADES.
Agrega que en el “caso de El Salvador no es la excepción, ya que este tipo de ilícitos es fuente de financiamiento para grupos criminales como maras y pandillas”.
Ricardo Gómez Hecht, quien es experto de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), sostuvo que uno de los problemas que acarrea el contrabando para un país es que afecta los ingresos fiscales.
Trajo a cuenta la relación que se deriva del desempleo, la economía informal y el crimen organizado.
“Debido a la pandemia y la falta de trabajo, se prevé que incrementará la economía informal en el país y eso podría generar una oportunidad al crimen organizado para lucrarse, expandirse y fortalecerse”, dijo Gómez Hecht.
En ese sentido consideró que “no se debe estigmatizar la economía informal. Por el contrario, es una realidad que no debe pasar desapercibida y evitarse su exclusión del sistema económico y fiscal”.
Las autoridades aduaneras han decomisado mercadería de contrabando en el orden de los $11 millones a $11,540,937 en este año, una cifra superior a la registrada en el mismo período del año pasado en el que fueron incautados $6,119,022.
Lo anterior significa que las autoridades decomisaron $5,421,915 más este año que en 2019 en productos que ingresaron ilegalmente al país.
El año pasado fueron destruidas 148,270 cajetillas de cigarrillos de contrabando, lo que representó que el fisco dejó de percibir $1.2 millones en impuestos por el ingreso ilegal de ese producto.
Los datos en poder de la Fiscalía General revelan que los casos de investigación abiertos por contrabando de mercadería se redujeron en el período de la cuarentena obligatoria por la emergencia de la pandemia COVID-19 de este año con relación al mismo período del 2019.
El representante fiscal, Orlando Miranda, aseguró que entre el 16 de marzo y el 13 de junio de este año, el ente fiscal abrió 20 casos de investigación, lo que significó una reducción del 50 por ciento con relación a 2019. Lo atribuyó a un mejor control del delito.
ADES mantiene una campaña contra el contrabando de mercadería o productos de cualquier tipo con el que se busca “generar conciencia sobre el contrabando y trabajar en conjunto con las autoridades para frenar esta problemática que tiene consecuencias negativas para el país”.
La campaña denominada “Detrás del contrabando se esconde el crimen organizado, no seas cómplice” se extenderá hasta diciembre próximo.
Pandillas detrás del delito
Un estudio de la industria tabacalera de 2018 reveló que las pandillas tenían el control de la distribución y venta de cigarrillos que entra al país vía contrabando.
Señala el estudio que los pandilleros obligan a los contrabandistas del producto a que les vendan sus productos a precios bajos, exclusivamente a ellos, para después venderlos ellos a precios más altos en el mercado negro.
Las empresas afectadas por el contrabando de ese producto estiman que 70 % de la venta de cigarrillos ilegales es controlada por las maras, en especial, en el centro capitalino. Estos cigarrillos son vendidos por “comerciantes” ligados a las pandillas y funcionan en las zonas comerciales céntricas de las ciudades de San Salvador, Santa Tecla y Santa Ana, según el estudio de las empresas afectadas.
La organización internacional Crime Stoppers destaca en su sitio web que el contrabando de cigarrillos es un delito que genera altos ingresos no solo a los contrabandistas, sino también a grupos delictivos como las pandillas.
Datos de la Policía y de Crime Stoppers detallan que solo en El Salvador son consumidos 940 millones de cigarros al año, de los cuales el 32 % de esa cantidad tienen su origen en el contrabando.
El Salvador pierde entre 15 y 40 millones de dólares anuales por el contrabando de este producto.
La Policía ha reportado el decomiso de 6,571 paquetes de cigarrillos de contrabando valorados en $187,273 hasta mediados de octubre de este año.
El pasado 19 de octubre, la Policía capturó a dos hombres cuando intentaban pasar 1,110 paquetes de cigarrillos de contrabando en Metapán, departamento de Santa Ana. El valor ascendía a $31,350, según estimaciones de la Policía.
Créditos: elsalvador.com